Según datos oficiales de la Dirección Nacional de Migraciones, durante 2021 más de 26 mil argentinos se fueron del país por “mudanza” y 130 mil por “estudio” o “trabajo”. En ese marco, la salida se da en razón de 100 personas cada 24 horas.
Estas cifras, tomadas desde el primero de enero al 29 de septiembre, indican que 653.631 personas se despidieron del país. De ese total, el 57% declaró que lo hizo por “turismo”, el 18% porque tiene residencia en el exterior, otro 18% adujo razones laborales, un 4% dijo que lo hizo por “mudanza” y un 3% por estudio.
El 4% de “mudanza” son quienes de manera oficial comenzaron una nueva vida en otro país. Esto equivale a 26.145 personas, 96 cada 24 horas si se los divide por los 272 días de 2021 hasta el 29 de septiembre. Sin embargo, se estima que la cifra real de los que emigraron es mayor.
Consultado por Clarín (Javier Firpo), el director del Instituto de Políticas Migratorias y Asilo (IPMA) y titular de la Maestría en Políticas y Gestión de Migraciones Internacionales de la Universidad de Tres de Febrero, Lelio Mármora expresó que “Es casi seguro que un porcentaje de los que se trasladaron por trabajo y estudio lo hayan hecho para instalarse en el nuevo destino y no volver. Es sentido común dada la situación económica y social por la que atraviesa Argentina”.
El 18% que declaró irse por razones laborales equivale a 112.427 personas. Y el 3% que dijo hacerlo para estudiar, a 18.737. Por eso no es una cuestión menor la que apunta Mármora. A la vez, se sabe, que muchos de los que marcan el casillero “turismo” cuando salen del país viajan con la intención de instalarse en destinos como Estados Unidos o Europa con visa de turista.
Mármora puntualizó en torno a “la zozobra política y en la incertidumbre económica y social, sumada a la inseguridad personal y a la desesperanza por la falta de un futuro”. Y agregó que, el actual clima de nuestro país “es de una inseguridad estructural en todo sentido, por eso no sorprende esos 100 ciudadanos que, en promedio, dejan el país cada día”.
“Es tan doloroso como real, pero no se puede vivir con semejante nivel de imprevisibilidad, situación que lleva a tomar una decisión extrema”, concluyó.