Mié. May 15th, 2024

Para el cierre de listas de Juntos por Entre Ríos, el precandidato a gobernador no se movió de la posición que había dejado en claro hacía más de un mes: tanto los precandidatos a presidente como los aspirantes a las intendencias debían elegir un solo gobernador con el que pegar su boleta, tal como informó oportunamente Página Política.

Frigerio no les impedía que peguen con Galimberti, pero les advertía que si lo hacían ya no podrían pegar también con él. El postulante del PRO estaba en posición de imponer condiciones porque en Entre Ríos mide más que los precandidatos a la presidencia de JxC, que además son los dos de su partido.

Fue la jugada madre que explicó el traumático cierre de listas del sábado a la noche. Es que la provincia va a elecciones simultáneas con las nacionales y quien no lleve candidato a presidente queda fuera de carrera en las PASO.

Su competidor interno, el radical Pedro Galimberti, apostó hasta último momento a obtener el pegado al menos con una fórmula presidencial, la que integra como vicepresidente el titular de la UCR, Gerardo Morales, acompañando a Horacio Rodríguez Larreta. No hay que olvidar que Morales vino a Paraná a levantarle la mano a Galimberti.

Cuando al caer la tarde del sábado corroboró que Morales no le servía para sus gestiones, Galimberti buscó el acuerdo y Frigerio abrió la lista de diputados provinciales para materializar una oferta electoral de unidad. Le propuso que su principal socio, Darío Schneider, encabece la lista y además ocupe otro casillero entre los lugares expectantes y uno más ya fuera de los primeros 18 de la nómina, que igualmente podría llegar a entrar si se produjesen corrimientos para la integración del gabinete de un eventual gobierno provincial.

Pero para el sector de Galimberti ese ofrecimiento era muy “amarrete”. No llegaba a la mitad de las bancas que estimaban que podían ocupar si repetían la elección de 2021, cuando obtuvieron el 32% de los votos. A los ojos de los frigeristas, en cambio, se trataba de una oferta generosa, tomando en cuenta que, con boleta corta (sin poder pegar con un presidente) Galimberti perdía cualquier posibilidad de obtener la minoría del 25% que le permite ingresar candidatos a la lista.

No hubo entendimiento y, para sorpresa de muchos, Galimberti decidió competir igualmente con boleta corta, lo que le valió importantes pérdidas en su armado y determinó que la interna perdiera competitividad, como informó Página Política la misma madrugada del domingo:

 

Intendencias

El acuerdo que no fue suponía, además, que todos los intendentes que jugaban con Galimberti pasasen a pegar su lista con la de Frigerio como único candidato a la gobernación. Esto hubiese generado un gran malestar en los candidatos locales que venían jugando con Frigerio.

Es que en varios casos Galimberti tiene –o tenía– mejores postulantes a las intendencias que Frigerio. Y el candidato del PRO hace por lo menos un año que viene alentando a dirigentes locales para que jueguen, con la promesa de levantarlos con un pegado exclusivo de su boleta. Muchos son competitivos, centralmente, porque van colgados del candidato mejor posicionado en el orden provincial, que además ahora tiene el pegado exclusivo de los dos únicos postulantes a la presidencia de JxC.

Cuando constataron que Galimberti se quedaba con la boleta corta, importantes puntales de su armado fugaron hacia Frigerio, como Lucía Varisco en Paraná, el intendente Hernán Kisser en Hasenkamp y, en Nogoyá, Rafael Cavagna, con su sucesor para la intendencia Bernardo Schneider. Estaban dispuestos a acompañar a Galimberti, pero sólo hasta la puerta del cementerio.

Esos son los tres pases que se conocieron el fin de semana. Pero este lunes hubo varias consultas sobre hasta cuándo hay tiempo para definir el pegado de boletas. Pueden hacerlo hasta el jueves y si Frigerio mantiene su criterio les dará el pegado, con la única condición de que no peguen también con Galimberti.

Esto explica la desesperada jugada de Galimberti de recurrir a la justicia para intentar lo que no pudo por la vía política: que le habiliten el pegado de su boleta con las fórmulas presidenciales.

A esta altura cabe preguntarse si, más allá del gesto simbólico de una foto de unidad, Frigerio ganaba con Galimberti declinando su postulación. Los problemas que se abren en la interna de Paraná, Nogoyá y Hasenkamp con el desembarco de los candidatos locales de Galimberti se hubieran replicado en toda la provincia.

Qué hubiera pasado en Ramírez, en Federal, en Feliciano, en Chajarí, en Crespo si todos los aspirantes a la intendencia por el sector de Galimberti se sumaban a las opciones locales de Frigerio. La participación, aunque sea testimonial del radical, descomprime.

Algunos interpretan además que, más allá del gesto, la unidad no sumaba cuantitativamente. Al revés, Galimberti contiene algunos votos que no seduce Frigerio. En Concordia, por ejemplo, el macrista Roberto Niez expresa al sector enojado con el líder del PRO entrerriano. Galimberti en las PASO es una válvula de escape para esos espacios internos.

¿Qué pasará después de las primarias? Quién puede saberlo. Se supone que los votos de Galimberti son antikirchneristas y en muchos casos antiperonistas. Más antiperonistas que los de Frigerio. Es decir, no van a fugar a Adán Bahl. Tampoco a Javier Milei, al menos los más puros radicales. Eso creen en el frigerismo.

En las filas de Galimberti, en cambio, vaticinan que la bronca que por estas horas expresa la militancia se traducirá en las urnas.

Lo que seguramente va a pasar en la interna es el reparto de boletas de Galimberti con las distintas ofertas presidenciales, de cualquier color político. La primera que va a hacer ese trabajo, haciendo honor a la tradición familiar, es Lucía Varisco, la flamante socia de Frigerio.

Fuente: Página Política

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