Lun. Abr 29th, 2024

El golpe que asestó Rogelio Frigerio a Pedro Galimberti le sirve para garantizar su triunfo en las PASO del 13 de agosto, pero podría hacerle perder votos para las generales del 22 de octubre, cuando más los necesitará.

El golpe de Frigerio a Galimberti fue haberse quedado con la exclusividad del pegado de su boleta con las dos fórmulas presidenciales de JxC (Larreta – Morales y Bullrich – Petri), una ventaja determinante en unas PASO provinciales que se desarrollan en conjunto con las nacionales.

El cierre de listas que dejó a Galimberti con boleta corta provocó un malestar muy grande en una amplia franja de dirigentes radicales. Muchos podían llegar a admitir que los correligionarios que apoyan a Frigerio tenían razón al afirmar que el ex ministro del interior de Mauricio Macri estaba mejor en las encuestas y, en consecuencia, era el candidato más competitivo para terminar con 20 años consecutivos de peronismo en el gobierno provincial. Pero lo que no perdonan, ni a los correligionarios de Entre Ríos, ni a la dirigencia nacional de la UCR, ni a la dirigencia del PRO, es que no le hayan permitido competir en igualdad de condiciones.

Una derrota en igualdad de condiciones obliga al derrotado a acompañar al triunfador en las generales. Porque no quedan dudas que gana el mejor. Ahora, los radicales que juegan con boleta corta pueden argumentar que gana el que compite con la ventaja de la boleta larga, aunque esa ventaja sea tan lícita como la decisión de los precandidatos a la presidencia de elegir pegar sólo con el precandidato a gobernador del PRO y despreciar los votos que le pueda sumar el precandidato a gobernador de la UCR. Un desprecio que se hace más difícil de digerir en el caso de Gerardo Morales, porque el compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta es también presidente del Comité Nacional de la UCR y el año pasado vino a Entre Ríos a apoyar a Galimberti.

La última interna de Juntos por Entre Ríos, para las legislativas de 2021, se toma como un ejemplo de PASO productiva, de interna que sirve para aumentar el caudal electoral de un partido o frente. Hace dos años, el desafío de Galimberti a Frigerio le terminó aportando volumen a las primarias opositoras y la regla de representación de minorías integró al radical en la lista para la general que encabezó el líder del PRO. En las PASO reunieron el 51,8% de los votos y en la general el 54,6%.

La clave fue que Galimberti obtuvo minoría y consiguió incorporarse, en el tercer lugar, a la lista de Frigerio. En Juntos por Entre Ríos, la minoría se obtiene con el 25% de los votos de la interna. La lista que alcance ese piso entra en el reparto proporcional de candidaturas.

En 2021, Galimberti reunió 128.000 votos, lo que representó casi el 32% de la interna. Todo indica que ahora será imposible que repita esa elección. Pero en las filas del candidato confían en llegar al 25%. Aun con boleta corta. La expectativa está puesta ahora en alcanzar los 100 mil votos.

Observan que, a pesar de la simultaneidad, las primarias entrerrianas de la principal fuerza opositora no se han nacionalizado debido a la decisión de Frigerio de no definirse en la interna entre Bullrich y Larreta, como se explica en la siguiente nota:

La incertidumbre es alta, sobre todo, por el efecto que producirá la participación de Javier Milei a la cabeza de la boleta sábana en los cuartos oscuros de las PASO entrerrianas ¿A quién le sacará más votos? También entra en juego la posibilidad de que se repitan los niveles de abstención que se registraron en varias elecciones provinciales. Los dos factores, combinados, hacen que se achique la torta sobre la que se calculan los porcentajes.

Suponen que Frigerio también reducirá su caudal electoral de 2021 porque ahora no va a contar, por ejemplo, con el voto peronista que hace dos años explicó su triunfo en Concordia. Conjeturan que ahora, con cinco postulantes a la intendencia del peronismo, la segunda ciudad de la provincia no será para Juntos.

Como siempre pesará, además, la suerte que corran en las elecciones locales. En Paraná, por caso, el pase de Lucía Varisco al frigerismo es un duro golpe para Galimberti. Pero los adversarios internos de Frigerio se sienten ganadores de la interna en Federal, Feliciano, Federación, Concordia, Nogoyá y Gualeguay.

Ganar esos departamentos implicaría llevar los senadores. Y alcanzar el 25% de la interna para conformar minoría le permitiría intercalar candidatos propios en la lista de diputados de Frigerio. La presencia de un referente importante del radicalismo como Darío Schneider sería clave para contener votos. Obligaría a la dirigencia radical enojada a militar la boleta de Frigerio en las elecciones del 22 de octubre.

 

Fuente: Página Política

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *