Juntos por Entre Ríos busca poner orden en su interna a fin de encarar el proceso para las elecciones del 22 de octubre con la mayor cohesión posible. Con ese propósito, el candidato a gobernador Rogelio Frigerio encabezará esta tarde, en Villaguay un plenario provincial de candidatos surgidos de las PASO, que contará con la presencia de su competir interno, Pedro Galimberti.

La preocupación principal de Frigerio pasa por contener los votos que el frente obtuvo en las PASO. Sumando lo reunido por Galimberti y Frigerio, Juntos por Entre Ríos quedó 51.868 mil votos arriba de Más por Entre Ríos. Pero si se restan todos los votos de Galimberti (57.771), Frigerio junta en las primarias 5.847 votos menos que el candidato único del peronismo, Adán Bahl.

Con el propósito de cohesionar el frente opositor para octubre, hay conversaciones que abarcan a todos los niveles. En principio, los dirigentes que jugaron con Galimberti y ganaron las primarias en sus cargos, están para militar el voto a Frigerio, movidos ante todo por la conveniencia electoral de llevarlo en la boleta.

Pero en el conjunto de la militancia, la mayoría no tiene intenciones de repetir el esfuerzo que puso en agosto. En un punto, habría unanimidad: no votar cargos nacionales. El malestar que provocó la negativa de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta a pegar su boleta con Galimberti y condenarlo a jugar con boleta corta persiste y es mucho más fuerte de lo que se deja ver. No sólo no militarán la boleta de Bullrich. Tampoco van a ayudar a que Gracia Jaroslavsky alcance una banca en el Congreso.

La bronca no termina ahí. Algunos plantean cortar la lista de diputados provinciales. Dicen que no representa la alianza que se hizo en la provincia. De cualquier forma, si Frigerio gana tendría mayoría garantizada en la Cámara Baja por la cláusula de gobernabilidad de la Constitución Provincial.

Afirman también que el fastidio no se limita al sector de Galimberti. Aseguran que dentro del PRO hay varios disconformes por el modo en que se terminó armando la oferta electoral. Y que lo mismo ocurre en franjas del radicalismo que jugaron con Frigerio pero que se terminaron quedando con nada, o con mucho menos de lo que esperaban.

La contrariedad se alimenta además con la circulación de rumores sobre dirigentes que en algunos distritos estarían jugando a dos puntas, para buscar la supervivencia de su sector o directamente para hacer daño.

En Paraná, todas las miradas se posan sobre Lucía Varisco, que hasta el día antes del cierre de listas había sido la única dirigente de todo Juntos por Entre Ríos en confrontar con Frigerio y viene de jugar, en 2021, en contra de la UCR y JxC. Pero el de la hija del ex intendente Sergio Varisco es sólo el caso más visible.

A todo este mar de fondo –que, después de todo, no es para nada original en la política entrerriana– se agrega un nuevo actor, que protagoniza un fenómeno, esta vez sí, original. Javier Milei, asumen en las filas de JxC, continúa creciendo y va por los votos de Patricia Bullrich.

Advierten que hasta votantes que optaron por Larreta en las PASO prefieren al libertario, antes que a Bullrich, porque lo ven como el opositor en mejores condiciones de vencer al peronismo. “El triunfo le abrió el ojo a gente que no lo votó porque pensaba que era inviable. Gente que ni me imaginaba que lo votaría”, cuenta, entre sorprendido y resignado, un dirigente del radicalismo.

En línea con ese nuevo clima, vislumbran que para octubre Milei tendrá en Entre Ríos los fiscales que no tuvo para las PASO. Observan ese fenómeno en pueblos del interior, donde se conocen todos.  Y afirman que está en marcha el operativo para armar y repartir la boleta «bajo demanda», en sociedad con candidatos locales de otros partidos que ganaron las PASO, como explicó Página Política en la siguiente nota:

En este contexto, pronostican que en las generales Milei podría sacarle más votos a JXC que los que le sacó en las PASO.

¿Qué efecto tendrá este clima para Frigerio y sus candidatos a intendentes? Nadie lo sabe. Pero en JxC miran con cierto alivio que el peronismo, además de cargar con el costo de una economía que ofrece sólo malas noticias, presenta serias dificultades para cerrar su interna. Los casos de Paraná y Concordia son categóricos en este sentido.