Mar. Nov 5th, 2024

Es una variante que se escuchó en las últimas semanas tanto en el PJ como en la UCR: que el futuro político de Frigerio (para 2023) no esté en Entre Ríos sino en la Nación. El derrumbe oficialista, la crisis en el Frente de Todos, el retroceso de Macri, el ascenso de Larreta, reavivan viejos fantasmas que circundan a radicales y peronistas entrerrianos.

El marcado retroceso electoral del peronismo y la ausencia de un horizonte claro para salir de la crisis (al contrario, se prevé que la expansión del gasto electoral para noviembre agrave el cuadro inflacionario), avivaron en Juntos por el Cambio la expectativa de un regreso al gobierno nacional en 2023. Esto, junto con el retroceso de Mauricio Macri y el ascenso de Horacio Rodríguez Larreta como figura presidencial conforma un escenario que lleva a decir a dirigentes de la UCR y del PJ que no ven a Rogelio Frigerio disputando la gobernación, sino siendo parte de una mesa nacional de JxC y de un eventual gobierno de Larreta.

Naturalmente, todo es pura especulación. No podría ser otra cosa. Pero es una variante que se toma en cuenta para la planificación del mediano plazo. El razonamiento es, palabras más, palabras menos, el siguiente:

Frigerio llegó a ser candidato a diputado nacional por Entre Ríos porque la pelea con Macri lo dejó afuera, en 2019, del armado de la Capital Federal. Como conductor de aquel armado, Macri lo vetó en línea con el argumento que ventiló Elisa Carrió: haber tejido desde el Ministerio del Interior una alianza con gobernadores del peronismo (no kirchneristas) que podía convertirse en una alternativa de poder al kirchnerismo más potente que Cambiemos modelo Gualeguaychú 2015, sólo con PRO y UCR.

Por eso, dos años después busca una banca por Entre Ríos, donde viene sembrando poder hace más de un lustro. Pero una cosa –dicen– es haber “bajado” a la provincia para obtener una banca en el Congreso y otra apostar a mudarse a Paraná en dos años para gobernar la provincia, cuando todo su centro de vida está en la ciudad de Buenos Aires, tanto profesional como familiar (la escuela de sus hijos, el trabajo de su esposa).  Y todo para administrar una provincia deficitaria, con suma dependencia de la Nación, con un presupuesto que le deja un escaso margen de maniobra después de pagar sueldos, con un sistema previsional que requiere un urgente ajuste que nadie se atreve a ejecutar.

No suena muy atractivo. “Entre ser ministro y gobernador, por su personalidad, su perfil político y su centro de vida en Buenos Aires, no dudo que elegirá Buenos Aires”, opina un dirigente peronista.

Obviamente,  esta duda existencial para la política provincial no se resuelve con una consulta periodística a Frigerio. Es posible que ni él mismo sepa qué será de su futuro. Y si tuviera resuelto no ser candidato a gobernador, no lo diría para no rifar el capital político que construyó en la provincia a lo largo de los últimos seis años.

Por estos días se reedita toda la especulación de 2019/ 2020 en torno a este tema. El asunto, como entonces, tiene dos planos.

Uno: qué es lo que Frigerio quiere en su fuero íntimo; cuál es su voluntad política, qué es lo más le gusta, además de cuánto pesará la organización de su vida personal y familiar.

Dos: dónde Frigerio resulta más útil dentro de un proyecto nacional encabezado por Larreta.

Vidriera nacional

En 2019, luego de haber sido cuatro años ministro del Interior, Frigerio quería volver a ser legislador por la ciudad de Buenos Aires, cargo que había ocupado entre 2011 y 2013, cuando pasó a presidir el Banco de la Ciudad de Buenos Aires hasta 2015. Pero lo sacaron de esa carrera. Ahora, aliado al larretismo y al radicalismo de Martín Lousteau/ Coti Nosiglia, busca retomar ese objetivo, dentro del armado de Larreta.

Eso, al menos, es lo que leen algunos dirigentes de la UCR provincial. “Además de formado, Frigerio es un tipo habilidoso. Lo van a necesitar en la mesa nacional, es donde mejor se maneja”, dicen.

Como diputado nacional, desde diciembre Frigerio se va a empezar a ocupar de los asuntos nacionales. Va a tener una vidriera importante que le va a permitir profundizar lo que este año promovió: su periódica presencia en los medios de comunicación porteños, que fue muy superior a la del resto de los candidatos a diputado de las distintas provincias. En los próximos dos años puede volverse un jugador indispensable en la discusión nacional.

El protagonismo nacional suele alejar a los dirigentes de sus provincias. Le pasó a Ernesto Sanz en Mendoza, a Mario Negri en Córdoba, a pesar de que ninguno de los dos fue un dirigente “importado” en sus provincias. Pero terminaron siendo más importantes en Buenos Aires.

¿Qué es lo que, por estos días, termina de abrir las dudas sobre Frigerio Gobernador 2023?

Primero: la idea de que será difícil que el peronismo repunte para 2023 y que JxC está en condiciones de volver al gobierno nacional.

Segundo: el reposicionamiento de Larreta y el deterioro de Macri, que hasta perdió en las apuestas internas que hizo en Córdoba y Santa Fe. El ex presidente no parece estar en condiciones de jugar su “segundo tiempo” en 2023. Ya no podrá, entonces, vetar a Frigerio.

Tercero: el hecho de que Frigerio le sirve a Larreta ¿Para qué? Para retomar el proyecto interrumpido por la crisis de 2018: construir con el peronismo no kirchnerista. Ese año, los interlocutores del PJ atisbaron un derrumbe y se retiraron para, al año siguiente, abrazar la unidad con el kirchnerismo en el FdT como eficaz herramienta de recuperación del poder.

Ahora, con la crisis del FdT, “se abre de nuevo este escenario y a Larreta le sirve un tipo como Frigerio, que tuvo tanto contacto con los gobernadores justicialistas”, razona un dirigente radical que no apoyó al líder del PRO en la interna entrerriana.

En esa lógica, el ex ministro del Interior es más funcional como armador nacional que como gobernador de una provincia. Es lo que necesita Larreta y lo que más le gusta a Frigerio. Y, además, no necesita mudarse a Paraná.

¿Y a Entre Ríos cómo lo cerramos? “El PRO no tiene otro candidato. Podría haber apoyo a un candidato del peronismo”, responde el mismo dirigente de la UCR.

Presidente

“Frigerio quiere ser Presidente, es su sueño ¿Para eso necesita ser primero gobernador? No necesariamente”, afirma, se pregunta y se responde, una cosa después de la otra y sin que nadie lo interrumpa, otro dirigente radical consultado informalmente por Página Política. “Ante todo –asegura– Frigerio desearía estar en la mesa nacional de Juntos por el Cambio”.

Valora que, como ministro, fue bueno para juntar los votos de un gobierno en minoría en el Congreso Nacional a fin de aprobar las leyes que pedía Macri. Pero advierte que Larreta podría disponer de Emilio Monzó como operador. “No es tan imprescindible Frigerio como armador nacional”, opina el hombre de la UCR que apoyó a Frigerio en la interna.

Aconseja esperar al resultado de las elecciones de noviembre y observar el posterior comportamiento de la dirigencia peronista entrerriana si perciben que el ex ministro de Macri se perfila como el favorito para la sucesión de Gustavo Bordet. Pero también recuerda que Entre Ríos ha votado mayoritariamente en línea con la corriente nacional de cada elección. “No vaya a ser que Alberto Fernández, con (Juan) Manzur mejore las cosas y cambie el escenario para 2023. Esa especulación pesa para los peronistas, que generalmente no se suicidan”, dice.

Son algunas de las alternativas que se infieren como posibles para 2023. Tanto el futuro político de Frigerio como un eventual apoyo de parte del peronismo en el caso de que sea candidato a gobernador, se podrán confirmar recién para inicios de 2023. Mientras, Frigerio seguirá diciendo que quiere gobernar la provincia. Seguirá en el centro de la escena.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *