Tras la polémica denuncia efectuada en Lago Puelo, Chubut, por un joven inoculado con un suero vencido, infectólogos explican qué puede pasarle al organismo en esos casos.
El caso del joven de 21 años vacunado contra el coronavirus en Lago Puelo, Chubut, con un suero vencido, generó polémica por la forma de administrar las drogas contra el SARS-CoV-2 y por los posibles efectos adversos que eso puede generar en el receptor.
El joven fue inmunizado con Covishield el 17 de junio y este martes lo contactaron desde el hospital de la localidad para darle la noticia de que la vacuna estaba vencida. En total, se dieron 31 de estas dosis fuera de su término de uso. “Estoy muy preocupada”, dijo la madre a TN y la Gente.
Si bien el director del hospital, Tristán García, le confirmó el error en persona y le aseguró que no le traerá consecuencias en la salud de su hijo, ella contó públicamente que él “tuvo fiebre, dolor de cuerpo y decaimiento”. Al respecto, la mujer reveló: “Todo esto se lo conté al médico y me dijo que era normal. Pero yo quiero saber si generó anticuerpos, por eso pedí que le hicieran el test, pero me contestó que no era necesario porque si tuvo esos síntomas quería decir que los había generado. Pero ¿cómo puedo confiar después de lo que pasó? No me puedo quedar tranquila porque se trata de la salud de mi hijo”, le contó Karina Contreras al portal de periodismo ciudadano.
Por su parte, García dio detalles en TN sobre lo sucedido: “No es que (la vacuna vencida) produce un daño, pero sí hay un error. Además, genera mucha angustia en la gente y desconfianza. La verdad que fue una barbaridad porque sólo eran tres frascos que tendrían que haber sido detectados, cosa que es fundamental antes de hacer cualquier aplicación: fijarse cantidad, dosis y vencimiento”, explicó.
Con Bienestar le consultó a dos infectólogos sobre las posibles consecuencias de la aplicación de vacunas vencidas contra el SARS-CoV-2 y de quién es la responsabilidad del error. Gerardo Laube (M.N. 51.819), infectólogo, pediatra y jefe de guardia del Hospital Muñiz, aseveró: “Una vacuna vencida no genera el efecto de respuesta de anticuerpos, pero tampoco provoca efectos adversos. Es raro que pueda producir un síntoma extraño indeseable en la persona inoculada como estados gripales, dolores musculares, fiebre, entre otros. Una vacuna o medicamento vencido lo que puede generar es que no haya respuesta alguna del organismo”.
En ese sentido, expresó: “El responsable de la administración de la vacuna es quien se debe fijar en la fecha de vencimiento del producto que va a aplicar. Una persona no se va a poner a mirar si la ampolla de la vacuna o en el envase figura la fecha de vencimiento. El servicio de epidemiología de la localidad o provincia es quien debe tomar ahora cartas en el asunto y quien evaluará si esa vacuna vencida tuvo efectividad en ese contexto. Tampoco se sabe con precisión cuánto tiempo de efectividad tiene la vacuna después del vencimiento, ya que suele ser estimativo”.
Por su parte, el infectólogo José Marcó del Pont (M.N. 50.056), jefe de Infectología del Hospital Italiano, concluyó: “No debería pasar nada con una vacuna que se aplicó estando vencida. A lo sumo, el receptor no tendrá respuesta inmunogénica. Se deberá plantear la necesidad de repetir la dosis. Lo que se deberá es informar a Eventos Adversos Supuestamente Atribuibles a la Vacunación e Inmunización (ESAVI) sobre esta situación que no debería haber sucedido nunca. Para saber si una vacuna está vencida, hay que fijarse el número de lote, fecha de elaboración y fecha de vencimiento. Esto es una prueba más de que las vacunas se vencen”.