En julio el Gobierno había alertado por el llamativo crecimiento de las infecciones graves en el país con la bacteria streptococcus pyogenes, que comúnmente provoca faringitis, pero que en ocasiones puede causar cuadros más complicados e invasivos, en una alta proporción letales.
Hasta aquel momento el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) había registrado 118 casos y 16 muertes. Esos números actualizados arrojan ahora un nuevo saldo de 382 casos y 64 muertes. Es decir que en cuatro meses los contagios se multiplicaron más de tres veces. Y la letalidad, que entonces ya era muy alta al alcanzar el 13,5 por ciento, trepó todavía más: 16,6 por ciento.
Estos nuevos datos no fueron informados por el Ministerio de Salud de la Nación, sino por el el Gobierno de Salta, a raíz de la difusión de dos muertes por la bacteria, razón por la que el Programa de Vigilancia Epidemiológica de la provincia emitió un alerta. Francisco García Campos, titular del área en ese distrito, expresó su preocupación por la gravedad de las manifestaciones invasivas de la enfermedad.
El Boletín Epidemiológico Nacional de la semana 43, publicado este domingo, también hizo referencia a la bacteria streptococcus pyogenes, pero sólo a través de un recorte en La Pampa, que en su propio boletín informó los 10 primeros casos invasivos y dos muertes, sin registrar antecedentes de estos cuadros en años anteriores.
Un mes después del primer informe nacional del año, en julio, que ya daba cuenta del fuerte aumento de casos invasivos, investigadores del Instituto Malbrán realizaron una investigación con secuenciación genómica y hallaron la presencia del clon hipervirulento M1UK de la bacteria.
Se trata de un clon que ha tenido una expansión veloz en otros países y se lo ha relacionado con el aumento de casos de escarlatina y de infecciones invasivas. Ese clon corresponde a un nuevo linaje de la cepa pandémica M1T1.
Los expertos también vinculan este escenario epidemiológico con el «factor gripal», el «silencio inmunológico» tras la pandemia y, en el último tiempo, a un patrón climático muy cambiante e inestable que ayuda a la proliferación de virus y bacterias.