En ese contexto, aclaró que «los quiebres en góndola – a veces – no obedecen a faltantes de productos, salvo algunos importados como palmitos que no se consigue, champiñones o ananá pero que no es determinante en el consumo de la canasta familiar».

Según detalló, «el problema de los faltantes – por lo menos hablo por supermercado Modelo – tiene que ver con que no estamos dispuestos a tomar algún aumento o a comprar a determinado precio un producto y preferimos el quiebre en góndola».

Ejemplos

En ese contexto, Kobrinsky ejemplificó con el aceite. Recientemente «estuvimos con cero aceites, no es que faltaba una marca, no había ninguna marca de aceite girasol o mezcla; salvo los especiales como el de oliva».

Esa situación, obedeció a que «simplemente, hubiese podido tener en góndola pero a precios que no estoy dispuesta a pagar porque sería un disparate», reiteró.

Incluso mencionó alguna que otra medida especulativa por parte de los proveedores que «te dicen, bueno yo te doy este aceite con cupo pero me tenés que comprar la segunda marca sin subsidio y la segunda marca viene al doble de la primera». En ese sentido, se preguntó «¿cómo hago para vender la segunda marca al doble de la primera?»

Aclaración

Ante los reproches de los clientes, la empresaria agredeció «la oportunidad que me dan para poder explicar esta situación que es muy compleja». Subrayando que «a veces hacemos magia para tratar de dilatar la aplicación de una lista, de resistirla».

En efecto, puntualizó, «debemos hacer análisis internos antes del momento de decidir si aumentamos o no».

Por último, mencionó que – en la actualidad – el caso de la harina responde a igual situación. «No es que no se consigue pero se consigue a precios altos y eso es lo que también tratamos de evitar», remató.