Mar. Nov 5th, 2024

El precandidato dejó definiciones sobre temas que no había abordado. Qué piensa de los libertarios;  em qué líneas coincide con Bordet y en cuáles no.

Rogelio Frigerio estuvo el jueves y viernes en Paraná, cuando se dedicó, entre otras cosas, a hablar con la prensa en el marco de su precandidatura a diputado nacional por el frente Juntos por el Cambio. Con la certeza que sus intereses están puestos en el 2023, Página Política lo entrevistó desde esa perspectiva. El ex ministro del Interior de Mauricio Macri abordó temas de Entre Ríos sobre los que, en algunos puntos, se tocó con posicionamientos similares a los de Gustavo Bordet.

-El Gobernador, al anunciar el fin de la Ley de Emergencia Solidaria, volvió a insistir en la necesidad de discutir las desigualdades en el plano de salarios y aportes que impactan directamente en el sistema previsional. Si hoy se tiene que sentar en una mesa con todos los actores (políticos, sindicales, activos y pasivos) ¿cuál sería su propuesta para una reforma?

-Lo primero que tendría que hacer el Estado entrerriano es terminar con los privilegios. Los privilegios de la política explican una parte importante del déficit. No sólo en el Poder Ejecutivo, sino también en la Caja. Así como muchos no pueden explicar por qué cobran la mínima, otros no podrían explicar lo que terminan cobrando. Lo mismo sucede en la administración pública en general. Hay muchos funcionarios que no le agregan valor a la gestión y que cobran 10 veces más que el empleado público de carrera que ha dedicado toda su vida a una tarea concreta. Creo que hay que empezar por ahí, eliminar esos privilegios de la política. Por ahí se empieza a acomodar un Estado al que nunca le alcanza lo que recauda para financiarse y en consecuencia genera una de las presiones impositivas más altas del país y afecta la creación de empleo en el sector privado. Todo está vinculado, pero debe arrancarse por terminar con los privilegios. Ese podría ser el primer gran acuerdo de la política que nos acerque a la gente.

-Uno de los privilegios que se vienen señalando en el seno del Estado, aparte de cargos en entes descentralizados o empresas estatales, es la Ley de Enganche en el Poder Judicial, una especie de paritaria que la Provincia debe afrontar pero no participa porque lo decide la Corte y el gobierno nacional. ¿Es un privilegio, es un sistema correcto, qué pensás de eso?  

-Creo que no puede haber poderes del Estado por encima de otros en términos de privilegios. Todos somos iguales ante la ley y todos tenemos que tener los mismos derechos. Me parece que son cosas que hay que revisar. Necesitamos una revisión integral de los gastos del Estado para ver cuáles son indispensables y cuáles no. Hay que tomar una decisión política. Para eso hace falta músculo político que hay que construir, por eso hablo de un gran frente, porque soy consciente que se necesita una base de sustentación política muy amplia para sostener un programa de transformación como necesita Entre Ríos.

-En síntesis. ¿Los privilegios están en algunos poderes del Estado?

-En todos los poderes del Estado y terminan afectando al ciudadano de a pie. Se tienen que terminar. Eso aleja a la política de la gente. Hay una agenda divorciada de la sociedad. Las culpas, las denuncias cruzadas. No estuve los últimos 20 años trabajando para una propuesta de gobierno, por eso no puedo andar acusando. Tampoco todos son iguales. Pero asumo que todos por acción u omisión tenemos una cuota de responsabilidad y eso nos tiene que hacer más humildes en la convocatoria y ponernos de acuerdo en tres o cuatro cosas fundamentales.

-Hay un tema nacional que compete a Entre Ríos que no ha tenido la gravitación que merece. Qué hacer con la Hidrovía. ¿Qué esquema prefiere: aquel que anunció Alberto Fernández, casi una estatización con el manejo del Estado nacional y las provincias; o como todo parece que va a suceder y que ratifica la gestión a través de capitales privados?

-Yo celebré el mayor nivel de participación de los gobiernos provinciales involucrados. Finalmente ese camino se desandó.

-¿Cuál es el camino: privado, estatal o mixto? Y en  qué proporciones en caso del último caso?

-El mejor camino es el que dé los resultados para la Argentina. La Hidrovía es para vender el trabajo de los argentinos de la manera más competitiva en otros mercados. Hay que ser muy pragmático. Este y otros problemas de la provincia no tienen que estar teñidos de ideología. La Argentina tiene problemas de sentido común, no de matices ideológicos. Estamos con problemas muy elementales y básicos. En Hidrovía tenemos que hacer primar el sentido común. Que funcione. La verdadera discusión no debería ser más Estado o menos Estado.

-La Hidrovía, como tal, funciona.

-Yo creo que puede funcionar mucho mejor. Está subutilizada.

-¿Dónde estaría el mal funcionamiento?

-Si uno ve el potencial enorme de un río que atraviesa gran parte de la Argentina, ve que no está aprovechada. No es sólo el calado del río, sino también qué cantidad de barcos de bandera argentina pueden utilizar ese instrumento.

-Los controles de AFIP, Aduana y Prefectura aparecen como parte del problema. ¿Hay un problema de transparencia y lavado?

-La falta de control afecta la competitividad. Tiene que ser mucho más ágil, porque el control obliga a que los barcos estén parados más días que otros. Tenemos que pensar en la competitividad. Para controlar, si dejás los barcos varios días porque se es ineficiente, es un problema.

-En todos los lugares del mundo si hay algo que funciona, deja voluminosas ganancias y se salvan incluso de las grandes crisis, son los bancos. Los países y algunas provincias lo tienen. ¿Entre Ríos, que lo supo tener, debería pensar en un  banco estatal como lo manda la Constitución de 2008 en un marco donde se pretende rever todo el sistema financiero?

-Creo que en esto corre lo mismo que hablábamos antes. El sentido común y el pragmatismo. Está claro que la Argentina tiene un problema para financiar al sector productivo. Tenemos uno de los sistemas financieros más chicos del mundo y de la región. Prácticamente es inexistente. Por supuesto que hay que hacer algo para la producción. La discusión no pasa por si debe ser estatal o privado. Hoy tenemos un sector como pymes y emprendedores que logran subsistir de manera increíble porque no tienen crédito. Es muy difícil que exista un sistema financiero si no tenés moneda, entonces hay que revisar que pasó en los últimos 50 años.

-¿Qué piensa de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), que en la voz de algunos dirigentes de su espacio se insinuó como un “gasto” y cada tanto aparece la pregunta de cuánto nos sale a los entrerrianos?  

-La educación pública de calidad es lo que siempre he defendido porque es la gran igualadora de oportunidades. Por eso es tan triste ver lo que ocurrió este año y medio de pandemia, sobre todo en los sectores más vulnerables que no tuvieron acceso porque la educación virtual no llega. El principal problema de la provincia es la deserción escolar, porque hipoteca el futuro. Como también creo que hipoteca el futuro no tener una educación terciaria. Entiendo que la universidad tiene que estar al servicio de los intereses de la provincia. Esa tarea falta. Tenemos que decir cuáles son las carreras más prioritarias y dónde hay que poner la atención al momento de asignar becas y evitar el problema mayor que es la deserción. Cada alumno que deja la carrera es un costo, bueno, hay que acortar eso.

-El mundo político se encamina en buena parte a constituirse en dos grandes frentes que podríamos sintetizar en centroizquierda y centroderecha. Pero aparece y crece con fuerza un fenómeno en el que sus integrantes se autoproclaman libertarios y que entre otras cosas no cree en el Covid-19, militan la anticuarentena y rechazan las vacunas. Muchos de ellos se identifican con su sector. ¿Qué piensa? ¿Al momento de sumar, todo suma?

-Bueno, de hecho tengo la suerte de haberme vacunado hace unas semanas, porque en Paranacito ya estaban vacunando a los mayores de 50. Yo creo que tenemos que sumar un frente provincial lo más amplio posible, con enorme generosidad y humildad y reconociendo que nadie por sí solo puede resolver el tremendo desafío que tenemos. Pero por supuesto que lo que amalgame ese frente tiene que ser un plan de desarrollo en el que estemos de acuerdo y coincidamos en el sentido común. Creo que no se trata de juntar por juntar.

-Si le toca gobernar la provincia, qué dejaría y qué corregiría en lo inmediato del actual gobierno.

-Cuando nosotros asumimos el gobierno nacional y Gustavo el provincial asumimos el tremendo desafío de poner en caja el descalabro financiero y fiscal de la provincia y lo encaminamos. La decisión política del presidente Mauricio Macri fue darle una mano y encauzar esas cuentas públicas desequilibradas y lo logramos y se ha podido sostener. Bueno, ahora hay que terminar con esos privilegios que hablamos al principio para poder tener resto para pagar las deudas y darle alivio fiscal e impositivo a la gente y los sectores de la producción y salir del estancamiento.

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