El consumidor pagó en junio los alimentos a un precio que fue 5,22 veces el que recibió el productor. Así lo midió un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que especificó que esa brecha entre lo que se abona en góndola y el valor “de origen” es el más elevado en los últimos cinco meses.
La entidad realiza un relevamiento mensual en el que mide cuál es la distancia entre esas “puntas”, es decir, cuánto paga un comprador en la última etapa de la comercialización en comparación con el valor que percibe quienes producen ese alimento. En ese sentido, explicó en un informe publicado este domingo que “la brecha de precios para el promedio de los 24 principales productos agropecuarios que participan de la mesa familiar aumentó 11 por ciento en junio y el consumidor pagó 5,22 veces de lo que cobró el productor por esos alimentos”. Traducido a porcentajes, significa que el consumidor pagó el producto 422 por ciento más caro que el valor reconocido al productor en el primer eslabón de la cadena.
El informe apuntó también que la brecha lleva tres meses seguidos de alza, es la más alta desde febrero y se amplió el mes pasado, empujada por la cebolla, la naranja, la mandarina y la lechuga”, algunos de los productos que integran la canasta sondeada por CAME, publicó el portal Infobae.
“La suba mensual en el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) fue impulsada por una baja de 3,3 por ciento en los precios al productor, mientras que los precios al consumidor subieron 0,42 por ciento en los comercios pymes de cercanía y cayeron 5 por ciento en los hipermercados”, precisó el informe de la entidad.
“En los hipermercados hubo muchos altibajos entre un día y otro y, además, entre diferentes provincias. Estos porcentajes representan, en promedio, las variaciones de precios mensuales de los 24 productos de la canasta en los diferentes estadios (precio en origen, precio en góndola en comercios de cercanía y en hipermercados)”, continuó.
Si bien en promedio la brecha de precio de origen y al consumidor final fue de 5,22 veces, algunos bienes tuvieron cifras -e incrementos en esas diferencias- más pronunciadas. “Los productos con mayor suba mensual en sus brechas fueron: cebolla, con un alza de 166,3 por ciento, naranja (+87,4 por ciento), mandarina (+78,8 por ciento) y lechuga (+49,6 por ciento). Los de mayores bajas fueron tomates redondos (-51,1 por ciento), berenjena (-20,4 por ciento) y zanahoria (-19,5 por ciento)”, continuó CAME.
En términos de distancia entre los precios de origen y al consumidor, en junio, las mayores brechas entre precios de origen y destino se dieron en la naranja (con una diferencia de 11,4 veces), limón (10,9 veces), zanahoria (10 veces) y mandarina (9,8 veces). Por su parte, las brechas menos pronunciadas correspondieron a la frutilla (1,6 veces), pollo (1,8 veces), huevos (1,9 veces) y acelga (2,4).
Para CAME, las diferencias se deben a una serie de comportamientos. Por un lado, los de tipo especulativo de diferentes actores de la cadena de valor con posición dominante en el mercado (hipermercados, galpones de empaque, cámaras de frío) y, por el otro, factores tales como la estacionalidad, que afecta a determinados productos en algunas épocas del año, las adversidades agroclimáticas, y los costos de almacenamiento/acopio y transporte, entre otros.
Por último, el informe de la entidad mencionó que considerando los 19 productos frutihortícolas relevados en el IPOD, en 10 de ellos “se podían encontrar mejores precios en los comercios de cercanía que en lo hipermercados”, mientras que en otros 9 se dio la situación inversa. “Por ejemplo, en el caso del brócoli, el precio del kilogramo en el promedio de los hipermercados fue 31,1 por ciento mayor al valor promedio en los comercios minoristas. En el otro extremo, estuvo el limón, donde los precios en los comercios minoristas resultaron 35,6 por ciento mayores que en los hipermercados”, concluyó.