El año que viene se cumplirán 40 años de continuidad democrática. Es un tiempo más que importante como para que los dirigentes políticos, y fundamentalmente quienes tienen responsabilidades de gobierno, piensen que al menos deberíamos comprometernos a establecer políticas de Estado.
Larga sería la lista de cosas en las cuales un país con continuidad democrática debería ponerse de acuerdo –con todos sus dirigentes–, para establecerlas como políticas de Estado. Pero hay algunas que son casi imprescindibles de ser tratadas y forman parte de las responsabilidades directas de la clase política.
Así como resulta inconcebible que a 28 años de la reforma de la Constitución Nacional seamos un país que no tenga aún una ley de coparticipación que establezca una distribución democrática de los ingresos para cada provincia, tampoco es concebible que no se sepa cuándo y de qué manera se votará en la República Argentina y en la provincia de Entre Ríos.
Los 40 años de continuidad democrática merecen que los dirigentes tengan respeto por esta democracia que tanto nos costó conseguir y establecer un sistema electoral que respete los tiempos y las formas, en lugar de ponerlo al servicio de quien gobierne en el momento. Eso es lo mínimo que se puede pretender para consolidar este sistema de vida que es la democracia.
Particularmente el peronismo es quien más ha intentado, cada vez que es gobierno, ir modificando el sistema electoral al modo que más le ha convenido: PASO sí, PASO no; internas sí, internas no; internas abiertas, internas cerradas, en fin, esas han sido las largas minutas que permanente el peronismo ha venido exhibiendo según cómo le convengan. Y ahora es la boleta única la que aparece como una opción electoralmente conveniente para el peronismo.
Elecciones nacionales y provinciales en conjunto o desdobladas han pasado a ser otras de las formas de seguir jugando en el marco electoral, en este caso de la provincia. Particularmente se introduce la posibilidad, nuevamente, de la ley de lemas, verdadera desvirtuación del concepto constitucional que tiene la provincia que es “a simple pluralidad de sufragios”.
Ojalá que el año que viene nos encuentre con algunas estabilidades y algunas políticas de Estado que muestren al pueblo que su dirigencia ha aprendido de aciertos y errores y que, de esa manera, se va consolidando este sistema de vida que es la democracia.