Dentro de exactamente un mes, en las PASO del 13 de agosto, el millón de entrerrianos habilitados para votar dibujará el escenario en el que se librará la pelea por la gobernación de Entre Ríos, un poco más de dos meses después, el 22 de octubre.
A pesar de que el precandidato a gobernador de Juntos por Entre Ríos (JxER), Rogelio Frigerio viene liderando las encuestas hace por lo menos un año, una serie de circunstancias pueden confluir para que, en términos individuales, el candidato único del oficialismo, Adán Bahl, lo termine superando en las PASO, aunque el espacio más votado sea el opositor.
Es que Frigerio tiene competencia interna. Una parte de los votos de JxER serán de Pedro Galimberti. No se sabe cuánto y ahí está la clave. La lógica indica que cuanto mejor sea la elección del radical, menores serán las chances del ex ministro del Interior de Mauricio Macri de quedar como el precandidato individualmente más votado de las PASO entrerrianas.
Con un ejemplo se entiende mejor. Supongamos que, en el peor de los casos, Bahl logra mantener el porcentaje de las elecciones de 2021, cuando el peronismo se derrumbó y tocó su piso con el 31,6%. Imaginemos que suma sólo un puntito más y queda en 32,6%.
Presumamos que JxC logra retener un 40%. Y que Galimberti saca el 20% de la interna, que en este ejemplo equivaldría al 8% del total. Entonces (40 menos 8), Frigerio se quedaría con 32% de votos propios.
La hipótesis no es descabellada si se toman en cuenta las siguientes consideraciones:
En las últimas elecciones, el peronismo tocó un piso histórico. A pesar de que la inflación empeoró desde entonces, se presume que ahora obtendrá más votos porque disputa territorio y no dos o tres bancas en el Congreso, como hace dos años. La historia reciente indica que la maquinaria electoral peronista de Entre Ríos regula en las intermedias nacionales y acelera cuando se vota gobernador, intendentes, diputados, senadores, concejales.
JxC cayó en las encuestas respecto de 2021 por efecto del surgimiento de Javier Milei, que le resta votos por derecha. Supongamos, en una estimación optimista para JxC, que Milei se aproxima a los 20 puntos en Entre Ríos. Se descuenta que al menos 14 de esos 20 puntos se los saca a JxC. En 2021, la lista de diputados nacionales que encabezó Frigerio se impuso con el 54% de los votos. Si se restan 14, quedan 40.
En este contexto de tercios –que según una reciente medición todavía persiste, a pesar del estancamiento de Milei– 40% es casi un pasaporte directo a la gobernación. En el de 2015, Gustavo Bordet llegó con el 42,3%. Alfredo de Angeli, el candidato de Cambiemos, reunió el 39,4% y la fórmula peronista opositora de Adrián Fuertes y Jorge Busti, 15,6%.
Con 40% en las PASO del 13 de agosto, Juntos por Entre Ríos podría quedar muy bien posicionado para las generales del 22 de octubre. Siempre, claro está, que para octubre Frigerio logre retener todos los votos de agosto. La pregunta es cuánto de los votos que obtenga Galimberti en las PASO acompañarán luego a Frigerio en las generales, tomando en cuenta el malestar que dejó el cierre de listas, debido a la negativa de las fórmulas presidenciales de JxC a pegar boleta con el postulante radical.
La clave, que revelarán las primarias del 13 de agosto, será saber cuántos votos tendrá Galimberti. En 2021 congregó el 32% de la interna. Pero ahora su situación es mucho más débil, si se toma como parámetro el apoyo de la dirigencia radical, porque son varios los que se han mudado al campamento de campaña de Frigerio. Y los últimos y más contundentes –como Lucía Varisco en Paraná, Rafael Cavagna en Nogoyá, Hernán Kisser en Hasenkamp– lo han hecho huyendo de la boleta corta. La imposibilidad de pegar su boleta a las fórmulas presidenciales pone a Galimberti en una situación muy desventajosa, debido a que las PASO provinciales se desarrollan de manera simultánea con las nacionales.
Prestando atención a este enfoque (el riesgo de quedar debajo de Bahl en las PASO) se entiende mejor el jaque mate que Frigerio le asestó a Galimberti al obtener el pegado exclusivo de boletas con los precandidatos a presidente de JxC. No temía que Galimberti le ganara. Buscaba que el radical declinara su postulación y confluyera en una lista de unidad a fin de no correr el riesgo de quedar mal posicionado en la noche del 13 de agosto, con menos votos que Bahl.
Frigerio no logró bajarlo, pero lo debilitó mucho. Y Galimberti juega igual. Tal vez ni siquiera llegue al 20% de la interna. Quizás apenas le alcance para trepar al 15%. En tal caso y si JxER reúne el 40% de las PASO, Galimberti tendría el 6% del total. ¿Mano a mano, Frigerio supera por más de 6 puntos a Bahl? No se sabe. No hay encuestas hechas después del cierre de listas.
Si en el mano a mano Bahl queda arriba o empatado con Frigerio, lo que ocurrirá entre el 13 de agosto y el 22 de octubre será una intensa disputa de los votos de Galimberti entre Frigerio y Bahl. Uno buscará contener y el otro, desde el poder, podría destrabar gestiones a favor de intendentes y jefes territoriales del radicalismo que el sábado del cierre de listas juraron venganza. Según como jueguen en sus pueblos, pueden inclinar la balanza para favorecer a un intendente o senador, no importa ya el color político. Los intereses en esos pequeños mundos aparte del interior muchas veces se cruzan y no encajan en la lógica provincial.
En el campamento de campaña de Frigerio esperan que la elección se polarice, para nutrirse de lo que pierda Milei. Perciben que eso es lo que viene ocurriendo en las últimas semanas y ven que, a un mes de las PASO, el peronismo está segundo, pero sin tener por dónde crecer. Ni del lado de Milei, ni de JxER.
Interpretan que la disputa entre Emanuel Gainza y Lucía Varisco por la intendencia de Paraná vuelve atractiva las PASO de JxER en la capital provincial y deja atrás a la interna peronista por la sucesión de Bahl. Y afirman que, en el mano a mano, Frigerio es mucho más conocido que Bahl en Concordia.
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