Jue. Nov 21st, 2024

«Lo único que me duele de morir es que no sea de amor»

Gabriel García Marquez.

 

Eros en la mitología griega es el Dios de la sexualidad, el amor, la fertilidad. Su equivalente romano es cupido, el ángel con flecha, muchas veces desacertado, que conocemos en el hablar cotidiano.

Por otro lado, también en la mitología griega,

Thánatos, es la personificación de la muerte.

Freud toma estos dos personajes para hablar de pulsión de vida y de muerte. Entendiendo como pulsión el impulso para dirigirse a algo.

Eros, la libido y sexualidad como pulsión de vida, tiende a la conservación, a la unión y a la integridad.

Thánatos, pulsión de muerte. Nace como contraposición a Eros, es el impulso inconsciente que se genera de la excitación orgánica, la búsqueda del ser de retornar a la muerte. A la nada.

Ahora… adentrándonos en esta cuestión.

¿Eros puede ser Thánatos? ¿Hay un paso entre ellos? ¿Se puede justificar con amor si nos lleva a la destrucción o incluso a la muerte? ¿Eros y Thánatos pueden convivir?

Me gusta pensar que el amor, nuestro Eros, puede ser capaz de mover montañas, como la fe para los cristianos, pero esta cuestión también nos lleva al hecho de pensar que una fuerza tan poderosa, también puede llegar a destruirte, y ahí aparece Thánatos.

La historia nos ha dado algunos ejemplos. La belleza de Helena que provocó la guerra de Troya, y de paso, una de las más reconocidas obras de la literatura, La Iliada.

Podemos decir, que el amor y su contraparte el desamor, nos hace perder la razón a veces. Y no tenemos idea cómo y porqué.

Blas Pascal nos dirá alguna vez que el corazón tiene razones que la razón no entiende. Entonces podemos decir que algunas locuras que se han gestado por amor han sido obra de la estupidez que te genera dejar de lado la razón.

Aun así, este aliado de la pulsión de vida, nos ha dejado las mayores proezas de la humanidad. Libros, cuadros, música, poemas, obras. Nos ha impulsado a vivir, a nacer, a renacer… a dar vida. Por eso creo que en su encuentro con la muerte sale airoso y ella lo abraza y acompaña en el camino.

Porque quien no ama es quien de verdad muere. Porque quienes aman no mueren jamás.

.

.@laura_unafarsantemas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *