El viernes en el que se perdió el rastro de Alfredo Emanuel Sánchez, 29 años, y de quien hasta ahora no se tienen noticias, ocurrió todo más o menos de modo rutinario: se levantó alrededor de las 7 y se fue aplicar la vacuna antiCovid en el Hospital Santa Rosa, de Lucas González. Volvió a la casa en la que vive, en Rivadavia y Belgrano, se acostó a dormir, y se levantó cerca de mediodía. Montó su moto y partió rumbo al pequeño tambo que explota en un paraje llamado Laurencena.
Las imágenes de las cámaras de seguridad lo muestran al ingresar y al salir del Hospital Santa Rosa, y cuando se dirige en viaje de regreso a la vivienda en la que se alojaba: allí mantiene una relación con una niña de 14 años, consentida por la madre de la menor, pero rechazada por su padre. Esa vivienda fue allanada dos veces por la Justicia, la última este miércoles: se encontró el carné que certifica que efectivamente el viernes 7 de enero Alfredo Emanuel Sánchez se aplicó la vacuna, y se halló también su teléfono celular, cuya contraseña para desbloquearlo fue aportado por la chica de 14 años.
A los investigadores –está trabajando la Policía de Nogoyá y peritos enviados desde Paraná- les llamó la atención que en el teléfono se encontraran mensajes borrados. No fue el único dato llamativo: en el tambo que explota Sánchez se encontró su moto, con las llaves puestas. Pero del dueño no se tiene rastros de momento. El celular de Sánchez ya fue enviado a Inteligencia Criminal para recuperar los mensajes borrados y tratar de aportar alguna pista que dé certeza respecto del destino que pudo tener luego de que se lo viera por última vez, el viernes 7 a mediodía.
La familia de Sánchez vuelca sus sospechas hacia los integrantes de la vivienda en la que el desaparecido suele pernoctar y donde mantiene una relación con una adolescente de 14 años. Pero de momento los investigadores no tienen una pista firme, sino varias hipótesis abiertas. Incluso, este miércoles se ordenó también el secuestro del teléfono celular de un hermano de Sánchez cuyo testimonio mostró algunas inconsistencias. Por ejemplo, negó haber acompañado al hermano a visitar a una vidente a Febre –a 43 kilómetros de Lucas González- pero esa coartada se cayó luego de que la Policía entrevistara a la vidente.
Otro dato llamativo fue el testimonio de un adolescente de 15 años que dijo haberlo visto a Sánchez el viernes cuando se dirigía a su campo, y que lo acompañó un tramo: que ambos iban en sus respectivas motos. Pero a poco de andar ese testimonio flaqueó: el patrón del establecimiento rural donde el muchacho se desempeña negó que el chico haya asistido a su trabajo en moto. Cuando se le repreguntó por ese dato, el muchacho se quebró y dijo que se había equivocado. Luego, apareció en escena su padre y reveló que todo había sido fabulado: que su hijo nunca había estado con Sánchez. Luego, la pesquisa llegó a otro dato inquietante: el chico habría estado antes con la mamá de la nena con la cual Sánchez mantiene una relación, y ésta le habría dicho que si la Policía le preguntaba algo, dijera que habían viajado juntos ese viernes.
En ese contexto de versiones cruzadas, no hay, hasta ahora, ningún dato certero de cuál es el destino de Alfredo Emanuel Sánchez: ni siquiera hay indicios de que se haya cometido un delito. En la Fiscalía de Nogoyá caratularon el caso como averiguación de paradero, y coordinan con la Policía las tareas de rastrillaje, que son incesantes. Hubo cerca de 30 entrevistas en los últimos días, y aunque se allanaron el tambo de Laurencena y la casa en la que convive con la adolescente con la que mantiene una relación en Lucas González, no hay sospechas. Sólo búsqueda de pistas que permitan desentrañar el misterio.
La relaciónde Sánchez con la adolescente de 14 años sucede luego de que concluyera una relación violenta con su anterior pareja. El 11 de mayo de 2021 fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional al hallárselo culpable del delito de amenazas agravadas por uso de amar de fuego en contexto de violencia de género: la víctima fue su pareja de entonces, que debió buscar socorro en una casa vecina. El próximo 11 de mayo de 2022 cumplirá el primer tercio de esa condena. Esa condena, claro está, no condiciona la búsqueda que ahora está en marcha ni las acciones que desarrolla la Justicia para dar con su paradero.
“No se descarta ninguna hipótesis de lo que pudo haber ocurrido. No tenemos hasta el momento una pista seria. Por ahora, es búsqueda de paradero. A raíz del hallazgo de la moto en el lugar donde explotaba el campo por parte de su familia es que dieron aviso a la Policía. El último lugar donde es visto es una casa de una señora donde reside, y donde mantendría una relación de pareja con una menor de edad. Es un dato que la gente no lo sabe”, dijo una fuente que conoce el caso. Los padres de esa menor están separados, y el papá, que no consiente esa relación, está al tanto de la condena que pesa sobre Sánchez y se lo habría hecho saber.
Un hombre que tiene su vivienda en proximidades del tambo de Laurencena cree haberlo visto pasar en su moto el viernes último. Pero dudó: usualmente, dijo, Sánchez circulaba a alta velocidad, y ese día lo vio pasar en marcha tranquila. ¿Era Sánchez, afectado por los efectos secundarios de la vacuna o era otra persona a bordo de una moto?
En los allanamientos a la vivienda en la que habita Sánchez se secuestraron todos los teléfonos celulares de las personas que conviven allí, se tomaron muestras que podrían ser de sangre y se incautó una vehículo Renault 11.